La situación económica y alimentaria de Venezuela no frena el consumo de café en los estudiantes de la ESC de la UCV
−“¡Buenos días! Un marroncito, por favor.” Esta es una frase típica que utilizan los venezolanos para pedir un café y es que en este país hablar de esa bebida es hablar de un hábito de consumo característico, asociado a la vida cotidiana de la mayoría de las personas. Los estudiantes no escapan de esa realidad.
Para hablar de esto con datos fidedignos se realizó un estudio sobre los hábitos de consumo de café en los estudiantes de la Escuela de Comunicación Social de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela (UCV) a través de un muestreo no probabilístico. Por medio de una encuesta presencial realizada a 30 estudiantes de ambos sexos, distintas edades y semestres de la mencionada Escuela, en la fecha comprendida entre el 03 al 17 de abril del 2017, se obtuvieron una serie de datos de donde se pudieron sacar conclusiones.
Una de las informaciones extraídas más importantes fue que la muestra de estudiantes seleccionada tiene una elevada tendencia al consumo de café con un 90%. Apenas un 10% no toma esta bebida, porcentaje constituido por 2 mujeres (6,7%) y un hombre (3,3%). Sin
embargo, a pesar de este dato y gracias a la investigación, se puede inferir que el sexo de los estudiantes no influye en el consumo de café, ya que no representan una diferencia significativa entre ambos sexos.
Una de las informaciones extraídas más importantes fue que la muestra de estudiantes seleccionada tiene una elevada tendencia al consumo de café con un 90%. Apenas un 10% no toma esta bebida, porcentaje constituido por 2 mujeres (6,7%) y un hombre (3,3%). Sin
embargo, a pesar de este dato y gracias a la investigación, se puede inferir que el sexo de los estudiantes no influye en el consumo de café, ya que no representan una diferencia significativa entre ambos sexos.
El café no puede faltar en la rutina del estudiante venezolano. No importa el lugar donde se encuentre, la hora o quien los acompañe, es casi obligatorio tomar una taza de café en cualquier momento del día. Esta bebida es un fiel acompañante de aquellos cuyas profesiones u oficios les exige permanecer despiertos largas jornadas. Un ejemplo de ese público que necesita permanecer mucho tiempo despierto y enérgico son los estudiantes.
Esta fue una de las razones que promovió la realización del estudio del hábito
de consumo de café en los estudiantes de la Escuela de Comunicación Social.
En ese orden de ideas, el horario de consumo está mayormente localizado en la mañana y en la tarde con un 82,36%, donde a cada horario le corresponde un 41,18%. Este resultado deja ver que los estudiantes prefieren tomar café en la mañana para comenzar el día con energía y vitalidad. Otra de las cosas que pudo develarse es que la ingesta de café en la noche es muy baja - apenas un 5,88%-, lo que indica que los estudiantes de Comunicación Social de la “casa que vence la sombra” no siguen la tradición de consumir café en la noche para mantenerse despiertos mientras hacen sus actividades académicas.
La ajetreada vida caraqueña y las exigencias estudiantiles que conllevan estudiar en la que, para muchas instituciones internacionales, es la primera universidad del país, hacen que el lugar de consumo de la bebida sea mayoritariamente fuera del hogar, así lo certifican los datos de la encuesta donde el 64,86% ingiere café en cafeterías, en su trabajo y hasta lo adquieren a través de vendedores ambulantes.
Pero tomarse un con leche o marrón fuera del hogar implica un gasto de dinero adicional a su presupuesto. Los precios varían dependiendo del punto de venta. Un 53,57% gasta más de 900 bolívares en un solo café. Así que los adictos al café se la verán complicado porque gastarán una considerable cantidad de dinero. Cabe destacar que un 14,29% no gasta nada, ya que, si bien es cierto que toman café, no lo compran en la calle.
El apego a la cafeína en la muestra es alto. Un 85,72% toma café, por lo menos, una vez a la semana. Hasta parece que a algunos se les hace difícil dejar de lado un cafecito,
porque el 42,86% consume café diariamente.
Varios de los ingredientes de una taza de café, escasean actualmente. Así que el gran enigma es: ¿Con qué lo endulzan? El 68,57% de los estudiantes sigue prefiriendo azúcar blanca. En su defecto, el 14,28% lo toma con endulzantes artificiales. Por su parte, están los estudiantes que buscan otras alternativas igual de deliciosas como el papelón y la leche condensada. Pero estos últimos siguen siendo pocos (5,72%).
A través de este estudio no solo se quiso precisar el hábito de consumo de café de los estudiantes, sino también conocer si esa costumbre se ha visto afectada por la situación económica y alimentaria que atraviesa el país.
Con los resultados obtenidos, se puede afirmar que la hipótesis inicial no fue corroborada por los datos. La actual situación económica y alimentaria que atraviesa Venezuela no ha afectado de manera significativa el hábito de consumo de café de los estudiantes de la Escuela de Comunicación Social de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Un 74,07% indicó que su ingesta se mantuvo y hasta aumentó en los últimos seis meses.
Ni siquiera el costo de un café en la calle, la escasez de azúcar y hasta del mismo producto han podido vencer el hábito de los estudiantes de tomarse su marrón oscuro o claro, con leche, tetero, cargao, cortao o la infinidad de vocablos que utilizan los venezolanos para pedir esta bebida tradicional.
Daniel Benitez/Sthefani Moneo/Rubí Trabacilo
20 Abril 2017